Neuróloga Pediátrica- Epileptóloga
Los pacientes con epilepsia, tanto niños como adultos, pueden experimentar aumentos intermitentes en la frecuencia de las crisis a pesar de encontrarse en tratamiento con dosis adecuadas de fármacos antiepilépticos, estas crisis pueden ser distintas tanto en duración (crisis prolongadas) o presentarse con alta frecuencia en un corto período de tiempo llamadas también crisis repetitivas agudas. Tanto las crisis prolongadas como las crisis repetitivas agudas pueden evolucionar hacia una emergencia mayor conocida como estado epiléptico, el cual si no recibe un tratamiento adecuado, puede producir daño neuronal irreversible e impactar negativamente la calidad de vida del paciente.
Los medicamentos de rescate son fármacos utilizados fuera del ámbito hospitalario, y que pueden ser administrados por el mismo paciente o familiares, que tienen como objetivo prevenir o retrasar de forma rápida y efectiva, el inicio de la siguiente crisis en el caso de las crisis repetitivas agudas y en el caso de las crisis prolongadas terminar la crisis rápidamente para evitar la progresión hacia el estado epiléptico.
Los medicamentos de rescate mayormente utilizados son aquellos pertenecientes a la familia de las benzodiacepinas como el Diazepam, Midazolam y Lorazepam, debido a su rápida acción, alto nivel de eficacia y buena tolerabilidad.
¿Cuáles debieran ser las características de un medicamento ideal de rescate?
Los medicamentos de rescate deben ser de rápida y fácil administración por los familiares, causando el mínimo malestar en el paciente.
Hay varias vías de administración (intranasal, bucal y rectal) las cuales deben permitir una rápida absorción. El Diazepam rectal ha sido ampliamente utilizado por casi dos décadas, pero hoy se ha limitado su uso por las consideraciones sociales asociadas a su administración como la dignidad del paciente y facilidad en el uso. En Chile a pesar de no haber comercialización de medicamentos de rescate preparados para la administración por otras vías diferentes a la rectal, si es posible adaptar las presentaciones disponibles para administrarlas de forma nasal o bucal, todas estas indicaciones deben ser dadas por el neurólogo o epileptólogo tratante.
Otras características importantes de estos medicamentos son: buena potencia con dosis pequeñas, inicio rápido de acción y una duración suficiente (horas), poseer un buen perfil de seguridad y dosis claras en el uso infantil y adulto.
¿En qué situaciones es necesario usar el medicamentode rescate?
El tratamiento extrahospitalario con medicamentos de rescate puede acortar la duración de una crisis, disminuir la evolución hacia estado epiléptico, mejorar el pronóstico, disminuir las crisis recurrentes, disminuir las visitas a los servicios de urgencia y mejorar la calidad de vida.
Estos medicamentos debieran ser utilizados cuando: una crisis se prolongue por más de 5 minutos de duración, crisis múltiples en corto período de tiempo, pacientes que tienen historia previa de estado epiléptico o crisis repetitivas agudas o ante situaciones específicas que pudieran actuar en algunos pacientes como desencadenantes de crisis epilépticas, como el período menstrual.
Es necesario considerar que existen pacientes que pueden tener mayor riesgo y en ellos principalmente se debiera considerar el medicamento de rescate como pacientes con epilepsia refractaria en tratamiento, pacientes con epilepsia proveniente de lóbulo frontal y aquellos que posean malformaciones del desarrollo cerebral. También hay que considerar en el caso de lactantes y preescolares con epilepsia, que la fiebre y las infecciones aumentan la probabilidad de tener crisis repetitivas agudas y, por lo tanto, aumentan las posibilidades de requerir un medicamento de rescate.
¿Cuáles son los potenciales efectos adversos de los medicamentos de rescate?
Los principales efectos adversos descritos son la somnolencia y el de mayor preocupación es la depresión respiratoria. Estos efectos aumentan con la administración de dos o más dosis o también en pacientes que ya usan benzodiazepinas en el esquema de fármacos antiepilépticos. Por lo tanto, para disminuir los riesgos es necesario la educación con relación a las dosis efectivas y enfatizar en la importancia de que una dosis puede ser administrada de forma segura por los familiares o el mismo paciente.
Es importante en los controles médicos hablar sobre este tema y tener un plan de acción específico e individualizado, este plan de acción debe considerar educación y entrenamiento en cuanto a las situaciones de riesgo en las que deben utilizarse los medicamentos de rescate, elegir el fármaco adecuado de acuerdo a la edad y condiciones del paciente, la dosis óptima a usar y vía de administración, así como los efectos adversos que puedan presentarse con el fin optimizar la efectividad del tratamiento y por ende mejorar la calidad de vida en los pacientes con epilepsia.
Medicamentos SOS
- Clonazepam y lorazepam sublingual
- Midazolam (bucal, nasal, rectal),
- Diazepam rectal
