La población infantil con epilepsia tiene un mayor riesgo de presentar dificultades cognitivas y conductuales durante su etapa escolar, debido a diversos factores como el tipo y frecuencia de crisis, tratamiento farmacológico y otras enfermedades que acompañan la epilepsia, entre otros.
Frente a dichas dificultades, lo recomendable es evaluar y definir si existen necesidades educativas especiales, pudiendo optar a:
–Programas de Integración Escolar (decreto 170), que funcionan en muchos establecimientos. Para acceder, además de epilepsia, el menor debe acreditar dificultades de aprendizaje permanentes o transitorias con un diagnóstico diferente y específico.
–Adecuaciones Curriculares Individuales (decreto 83), que se adoptan en el colegio por sugerencia del médico frente a funciones cognitivas que se ven interferidas debido al diagnóstico y tratamiento. Ejemplo: velocidad de procesamiento enlentecido.
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