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La incorporación de algunas Epilepsias al AUGE (GES) también es un logro de la Liga

Constanza Romero:

Comencé mi tratamiento cuando mi tipo de epilepsia aún no estaba considerada como una patología AUGE (GES ahora), lo que me dio la oportunidad de conocer cómo es el tratamiento de la epilepsia tanto en el sector privado, como en la Liga, y en el sistema público de salud, pudiendo tener hoy un panorama general de las diferentes atenciones que existen para un paciente con epilepsia en nuestro país. Cada sector es distinto, pero, sin dudas que la atención en la Liga Chilena contra la Epilepsia marca a todos quienes pasan por ella.

Llegué a la Liga a los 14 años de edad. Sus profesionales, todos referentes en epilepsia, la calidez con que tratan a los pacientes y sus familiares, y el abanico de actividades que entregan a la comunidad sin dudas marca un antes y después en lo que es el tratamiento de cualquier persona.

Mis primeros años con epilepsia los pasé en una clínica privada, donde la atención era como la consulta de cualquier enfermedad con un profesional. Te sentabas en la sala de espera y no conversabas con nadie a tu alrededor, por lo que no sabías si existían más personas que tenían lo mismo que tú.

Cuando, me cambiaron de Isapre a Fonasa, mis papás decidieron llevarme a la Liga. Si bien yo había sido diagnosticada, nunca había visto a otra persona teniendo una crisis de epilepsia, por lo que por primera vez observé una y fue bastante choqueante para mi. Luego, con el tiempo, pude ir conociendo la experiencia de otros pacientes como yo y dejé de sentirme tan sola en esto. A mis papás les sucedió lo mismo, en cada visita al doctor comenzaron a conocer la experiencia de otros padres y sus temores comenzaron a disminuir.

Durante mi época de estudios superiores, gracias a las orientaciones de las trabajadoras sociales de la Liga, ésta me apoyó con el Programa de bienestar estudiantil, que consistía en el apoyo económico del 98% de mis medicamentos, durante las dos carreras que estudié. Este beneficio fue una gran ayuda ya que fue un descanso económico durante todos esos años para mi familia en general. Con ella pude estudiar Teatro e Ingeniería en Comercio Exterior.

Luego, cuando me titulé de mi segunda carrera, en ese mismo año, el Ministerio de Salud había incorporado mi tipo de epilepsia al AUGE por lo que comencé a comprar los medicamentos en el hospital y dejé de ir tan seguido a la Liga. Pese a ello, mis sentimientos hacia ella y sus profesionales siguen siendo de infinito agradecimiento, no sólo por la calidez de sus profesionales y por el apoyo que nos entregaron en la compra de los medicamentos, sino que siento que si no existieran como organización, políticas públicas como la incorporación de algunas epilepsias al GES no hubieran podido ser posibles ya que sé que los profesionales que trabajan en ella tienen una responsabilidad más allá de la atención, que tiene que ver con la educación a la comunidad así como las mejoras en la calidad de vida de quienes tenemos epilepsia.

Gracias por ser parte de mi vida!!!

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