El manejo óptimo de las epilepsias requiere que el neurólogo tratante logre clasificarlas en forma adecuada. De ello dependerá la mejor elección de tratamiento y exámenes complementarios necesarios, como así también la detección temprana de las comorbilidades (condiciones médicas asociadas a la epilepsia), lo que ayudará a poder establecer un pronóstico.
Las clasificaciones de epilepsias se actualizan periódicamente, reflejando los avances en el conocimiento científico de la enfermedad. Actualmente, las epilepsias se clasifican en tres tipos:
- Focales: la descarga epiléptica se origina en una zona específica de uno de los hemisferios cerebrales.
- Generalizadas: la descarga compromete simultáneamente ambos hemisferios cerebrales.
- De origen indeterminado: cuando los elementos de juicio clínico (historia y exámenes complementarios) no permiten precisar su origen.
Asimismo, identificar las etiologías (las causas) tales como estructurales, genéticas, metabólicas, infecciosas y autoinmunes, permitiría aplicar una medicina de precisión, en que el médico tratante ajusta el tratamiento farmacológico o quirúrgico a las necesidades de cada paciente.