Que un joven con discapacidad cognitiva se inserte exitosamente en el mundo laboral es una tarea compleja, pero posible. Nuestro Taller Diferencial lleva décadas haciéndolo, pero siempre cuidando que sea una experiencia positiva para sus egresados.
Si hablamos de inclusión laboral de personas con discapacidad, el Taller Diferencial Dr. Alfonso Asenjo, de la Liga Chilena contra la Epilepsia, tiene un extenso recorrido con sus 36 años de experiencia en este ámbito.
Si bien el tema se ha abierto más en los últimos dos años, gracias a la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión Laboral (que establece que las empresas de 100 o más trabajadores deberán reservar el 1% de sus puestos laborales para personas con discapacidad), en el Taller reconocen que aún falta mucho por avanzar en nuestra sociedad y más aún cuando la discapacidad es del tipo cognitiva.
“El desafío social es dar oportunidades laborales a jóvenes con compromiso cognitivo, porque el trato es distinto, se hace más desafiante para la empresa, ya que una persona con discapacidad intelectual tiene que tener un tutor para que lo apoye, lo que implica asignar más recursos y en forma permanente, no es poner una rampa y luego desentenderse, como sería en el caso de alguien con movilidad reducida”, explica la directora del establecimiento, María Angélica Álvarez.
Es el caso de Daniel Álvarez (30), egresado del Taller, y que trabaja hace dos años como ayudante de aseo en SAX, empresa de instrumentos de laboratorio para la industria y minería. “Cuando me contrataron me sentí alegre, de saber que tenía una responsabilidad. Lo que más me gusta es que el trato es súper bueno, de todas las personas, me han incluido a jugar a la pelota, tenemos paseos, el ambiente es relajado”, comenta.
Uno de los objetivos de la inclusión laboral de personas con discapacidad, es que tanto la persona contratada como la empresa se beneficien con esta relación y se logre, por esta vía, crear mayor conciencia inclusiva en el país.
“Cuando llegó Daniel nos dimos cuenta que nosotros también teníamos muchas cosas que aprender, de cómo relacionarnos con él y ha sido una experiencia muy positiva, todos hemos aprendido sobre integración. Además, él es muy productivo en lo que hace y ha ido creciendo, capacitándose y tiene mucho potencial”, relata Osvaldo Maldonado, gerente general de SAX.
Buscando la autonomía
En el taller, los profesores y profesoras trabajan con un objetivo siempre en la mira: preparar de la mejor manera a estos jóvenes con epilepsia para enfrentar la vida adulta y/o el mundo laboral, de acuerdo a las capacidades de cada uno.
De esta forma, se trabaja sobre la base de un plan común, que busca desarrollar las habilidades blandas, aumentar la autonomía, fortalecer la parte emocional y entregar herramientas para desenvolverse y adaptarse a diferentes entornos y personas.
Aunque no todos los estudiantes son aptos para el mundo laboral (dependiendo del grado de compromiso cognitivo que tenga), en el establecimiento se trabaja fuertemente para que todos los jóvenes logren una mayor autonomía, que impacte positivamente a nivel familiar.
“Cuando un joven logra autonomía en el hogar, a la larga, va a permitir que su cuidadora (generalmente la madre) pueda retomar su vida laboral, generando un beneficio relacional y económico al núcleo familiar”, sostiene Marcela Alfaro, jefa de UTP y encargada de Inserción Laboral del Taller.
Factores de éxito de inclusión laboral
El objetivo aquí no es que los estudiantes trabajen a toda costa, sino que a través del desempeño laboral puedan elevar su calidad de vida, y para eso es crucial elegir muy bien el lugar de trabajo.
Con eso en mente, se les incorpora al Plan de Transición a la Vida Adulta del Taller, donde se les enseña aspectos formales y prácticos que les serán de mucha utilidad a la hora de enfrentar el mundo laboral. “Ahí aprenden habilidades blandas: cómo hacer un currículum, cómo son las entrevistas laborales y cómo comportarse en ellas, cómo vestirse, el valor de la puntualidad, entre otros”, explica Marcela Alfaro.
En forma paralela, se está trabajando permanentemente con los distintos perfiles de los estudiantes y viendo quiénes podrían adaptarse mejor a las ofertas laborales que van llegando.
Cuando se detecta un buen “match”, se pasa a analizar todas las variables involucradas y se realiza una visita en terreno. “La pregunta que nos hacemos es si este trabajo será o no un aporte en su calidad de vida”, acota la directora del Taller.
En este sentido, se analiza la distancia a recorrer, las alternativas de transporte público, el horario, la seguridad del barrio y cómo es el ambiente laboral, todos aspectos determinantes para lograr una inserción laboral exitosa.
Sin embargo -recalca la jefa de UTP- igual o más importante para que un proceso sea exitoso será que “nuestro egresado tenga una buena autoestima, apoyo familiar, expectativas ajustadas a la realidad, que sea responsable y constante. Eso es parte de nuestro trabajo cotidiano aquí en el Taller”.
El Taller Diferencial Dr. Alfonso Asenjo recibe a jóvenes con epilepsia y discapacidad cognitiva (leve y moderada) entre 16 y 24 años.
Más información
Fono: (56) 2 2204 0203
Email: [email protected]
Dirección: Inés Palma #0263, Ñuñoa.
www.ligaepilepsia.cl