Dra. Larisa Fabres, neuróloga adulto Servicio Médico Liga
La mayor parte de las personas sabe que el tratamiento de las epilepsias considera el uso de medicamentos para el control de las crisis. Pero ¿es eso suficiente para lograr que la persona con epilepsia se sienta bien, pueda estudiar, cuidar de su casa, trabajar o desarrollarse de la manera que desee? La respuesta es: no.
Para que un tratamiento de las epilepsias sea exitoso o logre el mejor resultado posible debe ser integral. En palabras muy sencillas esto significa que debe preocuparse de distintos ámbitos que ordenaremos en seis grupos:
1) Educación
2) Manejo ambiental
3) Gatillantes de crisis
4) Fármacos anticrisis
(o antiepilépticos como se los conoce habitualmente)
5) Manejo de otras enfermedades
(las llamadas comorbilidades)
6) Otras terapias que pudieran ser útiles
Vamos a explicarlas brevemente y cómo intentamos en la Liga implementarlas, tanto para nuestros pacientes, como para sus familias.
1. Educación:
El paciente y su familia debe recibir educación respecto a su diagnóstico, sus causas y manejo. Esta labor la desarrollan principalmente profesionales como el médico tratante y enfermero (a), entre otros. Pero también es importante fomentar la educación en epilepsia a todo nivel, como en escuelas, universidades, equipos de salud, instituciones públicas y comunidad en general. Con este objetivo, la Liga cuenta con un equipo multidisciplinario que realiza charlas y capacitaciones gratuitas en Santiago y regiones.
Esto, porque sabemos que promover el conocimiento que tienen las personas sobre epilepsia, incidirá directamente en la reducción de los niveles de discriminación que ellas muchas veces pueden sufrir en el colegio, instituto, universidad, trabajo, etc. La principal causa de la discriminación radica en la ignorancia.
2. Manejo ambiental:
Una persona con epilepsia debe tener precaución y reconocer algunas situaciones que pueden causar las crisis. Por ejemplo: controlar la fiebre, dormir lo suficiente, evitar o no beber alcohol. Especialmente, debemos hacer hincapié en que nunca se deben suspender los fármacos anticrisis sin supervisión de su médico, pues esto pone en riesgo a la persona de tener una o varias crisis.
3. Gatillantes de crisis:
Son factores o situaciones que desencadenan crisis y pueden ser diferentes para cada persona con epilepsia. Entre ellos se encuentran: estrés psíquico, estrés físico, la menstruación o el uso de ciertos fármacos como antibióticos y antidepresivos, que puedan interferir con su terapia para la epilepsia.
4. Fármacos anticrisis (o antiepilépticos):
Sabemos que son un pilar muy importante en la terapia y su elección depende de muchos factores como la edad del paciente, tipo de epilepsia, la presencia de otras enfermedades o el uso de otros medicamentos. El objetivo será lograr el control de las crisis con la menor cantidad de efectos colaterales posibles.
5. Tratamiento de otras enfermedades (comorbilidades):
La depresión y la ansiedad son más frecuentes de ver en personas con epilepsia y esto se ha asociado a las vivencias asociadas a la enfermedad, expectación ansiosa e inseguridad causada por la enfermedad y a la estigmatización que tiene la epilepsia. El manejarlas es muy importante para lograr el éxito del tratamiento.
6. Otras terapias como dieta cetogénca, cirugía u otros dispositivos:
Algunas personas con epilepsia pueden tener indicación de otras terapias. En este caso es su médico quien le recomendará optar por otra opción.
En Liga Chilena contra la Epilepsia buscamos ir abarcando todos estos aspectos, porque es fundamental que las personas con esta enfermedad y sus familias conozcan y tengan acceso a un tratamiento integral para su epilepsia.
